lunes, 16 de junio de 2008

Los guaraníes dicen: "En casa manda PAPÁ"



Paraguay derrotó ayer a Brasil 2-0, con goles de Roque Santa Cruz y Salvador Cabañas, ampliando a tres puntos su ventaja al frente del selectivo para Sudáfrica 2010. La Albirroja suma 13 puntos, contra 10 de Argentina, que igualó en Buenos Aires contra Ecuador. El estadio estuvo lleno y el festejo fue pleno. Casi todo el segundo tiempo, Paraguay jugó con diez, debido a la expulsión de Darío Verón. El próximo partido será el miércoles, contra Bolivia, en La Paz.
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Bailando en la punta... Vera torea a Cabañas, mientras celebran la coreografía Santana, “Topo”, Da Silva y Santa Cruz.
Paraguay llegó por primera vez en su historia en condición de favorito a un partido contra Brasil, y lo ganó con autoridad. Hizo dos goles, estrelló dos pelotas en los palos y jugó medio tiempo con un jugador menos. La visita hizo poco, solo lo que el terrible pressing albirrojo le permitió. La punta es cada vez más paraguaya.Los juegos parejos solo los resuelven los goleadoresAsumir el rol de favorito no constituyó una carga incómoda para el conjunto albirrojo. Lo hizo sin cambiar nada, jugando como lo había hecho en todos sus partidos anteriores, en casa o fuera de ella, presionando, no dejando jugar, algo especialmente valioso cuando se trata de enfrentar a Brasil.Con menos dinámica, el rival hizo lo mismo, juntando a muchos hombres en el medio y poniendo a un volante –Gilberto Silva– entre sus dos zagueros centrales, para ofrecer variantes defensivas ante el “tridente” local.La verdadera diferencia estuvo en los atacantes. Paraguay contó con una pareja devastadora, mientras que Brasil tuvo aislado a Luiz Fabiano, a quien lo cortaron toda conexión posible, a través de la marca férrea e implacable.

Los hacedores del triunfo albirrojo. Cabañas festeja su gol, el segundo, en el que lo asistió Roque, que aparece atrás. El primer tanto fue a la inversa, con definición de Santa Cruz y pase de Salvador.
El binomio Cabañas-Santa Cruz funcionó de manera coordinada y efectiva, con la posibilidad adicional de los aportes individuales de cada uno, como ocurrió con Salvador con un pelotazo que devolvió el palo derecho de Julio César, solo dos minutos antes de la apertura del marcador.Esta llegó de la ejecución de un tiro de esquina, que Barreto lanzó a media altura, se encontró con Cabañas en el camino y este acomodó la trayectoria con un lujoso golpe de taco, que despejó el panorama y dejó a Roque en la boca del arco, para completar el trámite.Fue la compuerta que dejó abierto un partido muy peleado en el medio. Brasil se soltó y comenzó a tocar más con Diego y Luiz Fabiano fundamentalmente.Paraguay debió extremar recursos y se vio forzado a cometer faltas, algunas de ellas en zonas muy propicias para los buenos lanzadores rivales.

Barreto se le escapa a Josué, quien en jugada más propia de rugby que de fútbol intenta detener el avance del volante albirrojo, que hizo un buen partido.
Pero Diego y Lucio no estuvieron certeros y más que una amonestación a Verón no hubo mucho que lamentar en el primer tiempo. Este comenzó la complementaria con otra tarjeta y el 1-0 había que pasar a defenderlo solo con diez.Y no fue tan complicado hacerlo, porque el problema que se generaba atrás, Paraguay lo solucionó adelante, solo un minuto después, al coronar un contragolpe en el que Roque remató al arco, salvó a medias Julio César y Cabañas no desaprovechó el rebote par sellar un 2-0 contra el que Brasil no pudo ni cargando su equipo de jugadores ofensivos, ante el trabajo impecable de Da Silva y Cáceres, principalmente en el juego aéreo.EL DETALLEEl equipo y sus goleadores. Cabañas y Roque hicieron los goles y el resto defendió la ventaja con un aplomo y una dedicación admirables. La tarea defensiva en la zaga y la de recuperación en el medio, involucró a todos, con gran aplicación, haciendo valer el sello particular del conjunto albirroja, que se basa en el pressing y su contundencia frente al arco rival.LA FIGURASalvador Cabañas (9): Sencillamente devastador. Asistió para el primer gol (de Roque), marcó el segundo, mientras que antes y después de las dos anotaciones albirrojas, estrelló pelotas en el palo y el travesaño del arco de Brasil. El “Gordinho” volvió a estremecer al fútbol brasileño, como lo había hecho con el América en la Libertadores, ante Santos y Flamengo.EL ARBITROJorge Larrionda (7): El uruguayo tuvo una buena tarea. Pareció permisivo al principio, pero aun admitiendo que pudo haber estado errado en algunos fallos, no favoreció a ningún bando. En la expulsión de Darío Verón no hay forma de objetar su decisión, pues el zaguero albirrojo entró muy fuerte en el arranque del segundo tiempo, cuando ya estaba amonestado.

El Panteón, testigo de los más importantes festejos de carácter popular, recibió anoche a miles de paraguayos, que le ofrendaron a esta postal asunceña la gran victoria sobre Brasil, que hace alejarse en la punta a la Albirroja.


Fuente (diario ABC de Paraguay)

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