martes, 9 de septiembre de 2008

Lucho Reyna: Messi es el más difícil de marcar


Se empieza a calentar lentamente el Perú-Argentina. El diario Olé de Buenos Aires saca en portada un comentario de Lucho Reyna: "Para marcar a Messi debería prepararme el doble"

El peruano que ganó fama por borrar a Diego asegura que necesitaría el físico de los nigerianos para anular al "futuro Maradona".

"Hoy llevo una vida tranquila. Me fui desligando del fútbol de a poco. Estuve dirigiendo aquí y colaboré con Freddy Ternero en la Selección, pero me cansé. En Perú los ciclos duran cuatro meses. Mira lo que le pasa a Del Solar. El fútbol peruano necesita cambiar". El que habla, sereno y pausado, no es el Luis Reyna que quedó demonizado en la historia del fútbol por la marca implacable sobre Maradona en las Eliminatorias para México 86. No parece ser aquél que sometió a Diego a un desgaste físico y emocional como no consiguió ningún otro rival, que se metió en su cabeza hasta agotarlo en aquella tarde del 23 de junio de 1985 en la que el Perú ganó 1-0.

Lucho quedó atado para siempre a un papel que no reivindica. Porque hoy, 23 años después, sigue insistiendo con que él no era un malintencionado. "No siento nada especial antes de un Perú-Argentina. Lo que sucedió quedó en el pasado. Nunca traté de jactarme de eso. Al contrario, me gusta Argentina, me encanta Messi y me hice hincha de Agüero cuando debutó en Independiente a los 15 años".

-Pero la gente se acuerda del partido del 85 y piensa lo contrario...

-Es que poca gente conoce mi historia como jugador. Quedé enganchado con ese famoso partido y muchos piensan que jugaba así, pero nada que ver. Yo estuve en el Mundial 82, por ejemplo, jugué la Libertadores, pero me quedó la imagen de esa tarde.

-¿Qué clase de jugador era Luis Reyna?

-Me gustaba marcar, claro, pero también jugaba. Yo era un volante mixto, como se dice ahora. No era que me especializaba en no hacer jugar al rival. Ocurre que antes del famoso partido, el técnico Roberto Challe vino y me dijo: "Luis, tú estás bien físicamente, eres pícaro, necesito que le hagas personal a Maradona". Y yo acepté. Admito que era cargoso. Y el Reglamento de entonces me permitía algunas ventajas.

-¿Como cuáles?

-En ese momento los líneas no tenían el rol que tienen hoy. Entonces, cada vez que el árbitro se daba vuelta, yo agarraba a Diego y lo tomaba de la cintura para que no pudiera arrancar. Reconozco que fui fastidioso y no me gustó hacerlo, porque también me gustaba jugar. En el lugar de Maradona, cualquiera se hubiera molestado. Pero más allá de que no le gustó, nunca declaró nada. Eso habla bien de él.

-¿Y cómo quedó la relación entre ustedes?

-Después de ese partido, jugué la revancha en Buenos Aires, en la que Argentina nos empató sobre la hora y se clasificó al Mundial. Y después nos enfrentamos en la Copa América de 1987, pero nunca tuvimos un cruce ni una agresión. Yo sostengo que no hubo deslealtad física. El que lo golpeó fuerte fue mi compañero Díaz. A Diego lo sacaron en camilla y yo lo acompañé.

-Después nunca se lo volvió a marcar así...

-Hay una historia que pocos saben. Cuando me entero de que iba a ir a la Copa América de Argentina, fui a hablar con el técnico Fernando Cuéllar. "Por favor, profesor, sólo le pido que no me mande a marcar a Maradona, yo quiero jugar", le pedí. Y él entendió. En ese partido no lo marqué. Metí un gol pero me lesioné y no jugué más. Una pena.

-¿Qué jugador argentino de hoy sería el más difícil de marcar?

-Messi, sin dudas, es el más difícil. El es el futuro Maradona. Pero Lionel tiene la ventaja de jugar con estas reglas, que lo protegen mucho más. Si Diego hubiera jugado en esta época, habría hecho más desastres todavía. Pero si lo tuviera que marcar con este Reglamento, seguro que no me expulsarían, porque soy muy inteligente: sé hasta dónde puedo ir. Eso sí, para marcar a Messi tendría que prepararme el doble.

-¿Y cómo se prepararía?

-Y... Tendría que tener el físico de los nigerianos, ésos que miden 1,90 y calzan 48. Si no, se me haría muy pero muy difícil, ja.


Imagen y foto: Diario Olé de Buenos Aires



No hay comentarios: